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Se oficializó el resultado de las PASO: Repitiendo la elección, Alberto Fernández será Presidente

En caso de repetirse un resultado similar en octubre, Alberto Fernández quedará consagrado como Presidente.

Tres semanas y dos días tardó la Justicia en oficializar el resultado de las PASO. En la «acordada extraordinaria número sesenta y uno», firmada este martes, la Cámara Nacional Electoral (CNE) difundió los resultados definitivos de las PASO y los envió a las juntas de las agrupaciones que participaron del comicio del 11 de agosto. El documento, que firman los doctores Santiago Corcuera y Ricardo Dalla Via, tiene en su cuarta página una amplia planilla con los números, alianza por alianza y provincia por provincia para la categoría «Presidente y Vicepresidente de la Nación». Y allí hay algunas diferencias respecto a los documentos que habían enviado los órganos electorales de cada distrito, según pudo detectar Clarín.

En la misma acordada, la CNE advierte que «los datos comunicados por los distritos podrían eventualmente ser pasibles de alguna modificación como consecuencia del ejercicio de la función jurisdiccional», aunque luego aclara que «resulta imprescindible notificar los resultados, en atención a los plazos del cronograma electoral en curso». Este sábado arranca formalmente la campaña para la elección general del 27 de octubre.

Con la acordada quedaron oficializadas las seis fórmulas presidenciales que pasaron el corte mínimo requerido de 1,5% de votos válidos para competir en el comicio general. Se recuerda: para las primarias, el porcentaje se calcula incluyendo en la base los sufragios en blanco («votos válidos»); para la primera vuelta y el balotaje, en cambio, sólo se contabilizan los sufragios que optan por algún candidato («votos afirmativos»).

Ejemplos: los 12.205.938 votos que la Cámara Electoral le adjudicó oficialmente al binomio del Frente de Todos implican 47,786% de «votos válidos» y 49,496% de «votos afirmativos». En el caso de Macri-Pichetto, los 8.121.689 sufragios oficiales representan 31,796% de «votos válidos» y 32,934% de «votos afirmativos».

En base a los informes de las 24 provincias que habían ido adelantando desde la misma CNE y los distritos, Clarín había informado los totales de Fernández y Macri: esa suma les daba 12.202.770 votos a los K y 8.121.416 al oficialismo. En la acordada de la CNE le atribuyen ahora 3.168 más al Frente de Todos y 273 más a Juntos por el Cambio. La diferencia entre ambos queda así en 4.084.249.

Esas pequeñas diferencias en el total (que no inciden en los porcentajes que había adelantado este diario) parten de diferencias locales. Por ejemplo en la Ciudad. La planilla de la Justicia Electoral porteña otorgaba 644.032 a los Fernández y 871.692 al oficialismo, mientras la tabla oficial de la CNE les atribuye 644.885 y 871.785 respectivamente.

Con otros distritos más grandes, como las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, no hay diferencias entre las planillas de las justicias locales y las de la CNE. Pero en Chubut, otro ejemplo con variantes, los documentos locales daban 162.435 a Alberto F. y 71.698 a Macri, y el de la Cámara informa 162.457 y 71.830.

Se insiste: no hubo cambios gruesos. Y, como se informa en el arranque de la nota, quedaron oficializadas seis listas para la presidencial de octubre. Son las que superaron el 1,5% de votos válidos.

1) Alberto Fernández-Cristina Kirchner, con 12.205.938 votos (47,786% de votos válidos).

2) Mauricio Macri-Miguel Pichetto, con 8.121.689 votos (31,796% de válidos).

3) Roberto Lavagna-Juan M. Urtubey, 2.081.315 votos (8,148% de válidos).

4) Nicolás del Caño-Romina del Plá, 723.147 votos (2,831% de válidos).

5) Juan José Gómez Centurión-Cynthia Hotton, 670.162 votos (2,624% de válidos)

6) José Luis Espert-Luis Rosales, 550.593 votos (2,156% de válidos)

En caso de repetirse un resultado similar en octubre, Alberto Fernández quedará consagrado como Presidente. Necesita el 45% de los votos afirmativos (sacó 49,49% en las PASO) o más de 40% y una distancia superior a 10 puntos respecto al segundo. El desafío de Macri para forzar el balotaje es empinado.

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