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Sacó millones con juego de quiniela: otro dice ser el dueño de la boleta
El pozo se lo había atribuido Eduardo Martí, pero una compañera dijo ser la dueña de la boleta ganadora. "Al boleto lo tengo yo, así que por favor compartamos 50 y 50", respondió el hombre. El detalle del centro de la polémica
La localidad cordobesa de Villa Dolores permanece revolucionada por el último premio que entregó el Quini 6 en esa localidad. Apenas se supo que había un ganador de los $44 millones, Eduardo Martí, empleado de limpieza de los Tribunales locales, no dudó en salir en los medios y mostrar que él era acreedor del premio.
Sin embargo, a las pocas horas, Victoria Castellano, abogada que trabaja en ese mismo edificio, reclamó que ese premio en realidad era suyo ya que le había encargado a Martí que, además de jugar la boleta que compartían ambos, comprara otra para ella y sus hijas. Este último sería el ganador.
El hombre hizo dos jugadas: la que le pidió su compañera, y otra que ambos venían jugando juntos hace algunos días. A las boletas las diferenció poniéndoles nombres con lapicera en el margen superior derecho. A una le puso «Nenas», porque es la que Victoria eligió junto a sus hijas, y a la segunda «Edu», que es la que decidieron juntos. La mujer asegura que le dio dinero para pagar ambas.
«Nenas» en el boleto ganador
Cuando se sortearon los números, Victoria se enteró y llamó por teléfono a Eduardo, que tenía en sus manos la boleta ganadora. La mujer asegura que las reglas eran claras: si resultaba ganadora «Nenas», el dinero era para ella y sus hijas. Si ganaba «Edu», el premio lo repartían 50/50 entre ellos dos.
La mujer contó: «Lo llamé y me dijo ‘Ganamos con la boleta de las nenas’. Y yo le contesté ‘No, ganamos mis hijas y yo'». En ese instante, el hombre le respondió: «No doctora, al boleto lo tengo yo, así que por favor compartamos 50 y 50″.
«La boleta la tenía yo»
Por su parte, Eduardo Martí siguió insistiendo en que el boleto ganador era el que ambos compartían. «Este juego era uno que hacíamos a media. Sabiendo que era a medias, se repartía. La boleta la tenía yo y siempre la jugaba yo. Si soy un tipo cagador voy, cobro y no le doy un peso», comentó a Cadena 3.
Ante el escribano
Luego de ponerse de acuerdo, se dirigieron a la agencia para cobrar cada uno su parte pero no pudieron hacerlo porque sólo se le paga a quien es el portador del boleto.
«Fuimos a la agencia porque pensamos que podían repartir directamente de la lotería a la mitad cada uno. Pero no pudo ser porque se paga al portador del boleto y el portador soy yo. Hicimos un papel con el escribano a donde decía que se repartía a medias», expresó Martí.