Locales

Gestiones compartidas lograron que Ayelen, la joven de Tacuaras tenga luz eléctrica

Ayelén Manchento es estudiante terciaria del Profesorado de Enseñanza Primaria en Instituto Regelio Leites (La Paz), y en su vida todo es sacrificio para poder continuar adelante. Es que en su casa, no contaban con el servicio de electricidad. Pero la historia sufrió un gran cambio y a continuación te lo contamos.

Vive en Tacuaras Yacaré, departamento La Paz a 22 kilómetros de la ciudad cabecera en zona rural. En el lugar que habita hay unas 20 casas, un Centro de Salud, una Comisaría y la escuela rural José Sixto Álvarez dónde su mamá es cocinera. Después de 12 años, la casa de Ayelén cuenta con luz eléctrica

Son siete hermanos, de los tres más grandes, Ayelén es la única que estudia en el nivel terciario, las dos adolescentes que le siguen van al secundario y después están los mellizos que van a primaria. Todos se manejan con el teléfono celular de su mamá, aunque la que más lo necesita es Ayelén que, pese a todas las dificultades, solamente no puede ir al día en Matemáticas y Ciencias Naturales. El motivo principal era la necesidad de contar con el servicio de energía eléctrica en su casa.

Aunque parezca mentira, la familia de Ayelén no contaba con luz artificial en su vivienda, solo una pantalla solar que les servicio de manera muy básica. Por suerte el director de la Escuela que se encuentra en frente de la vivienda, les presta la heladera para guardar la carne y enchufar el cargador del celular.

La etapa de confinamiento debido a la Pandemia, complicó aún más toda la realidad de su familia. Sin embargo, las ganas de progresas no se truncaban.

Fue la publicación de una de sus profesoras lo que visibilizó la historia de Ayelén. A partir de allí, distintos medios de comunicación replicaron una y otra vez un relato cargado de emotividad y esperanzas. La familia Manchento comenzaba a soñar con poder tener luz eléctrica en su hogar después de muchos años de espera.

Sebastián Cañete Titular UATRE La Paz

El paso fundamental lo inició el Sr. Sebastián Cañete, un joven técnico de La Paz, miembro de UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores), quien redactó la nota solicitando la bajada de la línea eléctrica que pasaba delante de la casa, alimentaba de energía la Escuela, la Sala de salud, la Comisaría ubicada un poco más adelante pero no cubría la casa de Ayelén.

Las gestiones realizadas por Cañete fueron encaradas en los despachos del Senador Provincial, Amilcar Genre Bert y del Diputado Sergio Castrillón, además de la Junta de Gobierno en Tacuaras Yacaré.

Finalmente, se hizo la luz y fue la madre de Ayelén, Roxana Paniagua, quien dio la noticia a Política con Vos.

“No tengo palabras de agradecimiento. Estamos muy felices”, expresó a este medio.

El relato compartido con PcV

“12 años que luché y no lograba conseguir una solución. Era la única que no tenía luz eléctrica, vivía a velas o candil (solar) y en el 2017 me dieron una pantalla que solo nos servía para alumbrar y no podía poner heladera, o freezer o cualquier electrodoméstico nada, solo luz para un ambiente”.

Roxana agradeció al Sr. Sebastián Cañete y confirmó que, él fue la persona que intervino por la familia al conocer el caso y gestionó la posibilidad de conexión del servicio eléctrico.

“No lo conozco personalmente pero es un buen chico, una gran persona. En junio comenzó con toda esta movida, estamos en agosto y ya tenemos luz eléctrica”, remarcó.

“Fueron doce años de lucha y después de 3 años con luz solar, hoy podemos contar con la instalación eléctrica”

“Si pero yo le debo mucho a usted que hizo mucho, si no hubiese sido por usted, nosotros no tendríamos esta suerte”

“Yo esto jamás pensé, ni me imaginaba que llegaría este momento, se lo juro por mis hijos”, indica Roxana.

“Con toda mi humildad le deseo lo mejor y sé que se merece mucho. Ojalá existieran muchos más como el Sr. Sebastián Cañete. Aún sin conocerlo creo que por su forma de ser, es una persona admirable”, afirma y reitera que no tiene palabras para agradecerle. “La verdad no lo conozco pero yo se que es un ser maravilloso que Dios ha puesto en nuestro camino. Una vez más, gracias…le estoy eternamente agradecida, me sorprendí y sigo sorprendida…no tengo palabras”

“Salgo a dar una mano quien se lo merece y a quien le debo mucho. Es una familia que conozco hace más de 19 año y gracias a esas personas yo calzo y visto a mis hijos porque realmente se hace muy difícil con mis 7 hijos, pero yo sé que doy mi ayuda y Dios me recompensa el doble”, asegura Roxana.

Me siento inmensamente feliz y agradecida a Dios por haberme dado más de lo que esperaba. Era algo que creía perdido y sin embargo hoy se hizo realidad”

“Pienso en la lucha que fue para nosotros y también pienso en los casos que, como nosotros, todavía viven con velas o candil. Pero que no se den por vencidos. Nosotros estuvimos 12 años pero finalmente se hizo realidad”

Es tan lindo hacer un puente

Esta historia con un cierre feliz, fue posible a partir de la construcción de puentes de solidaridad.

Desde aquella publicación en una red social por parte de la profesora de Ayelén, Fabiana Noemí García, contando los periplos por los que debía atravesar la joven con sus sueños de obtener un título terciario intactos pese a sus carencias; hasta los medios de comunicación que militaron ese texto y lo convirtieron en una denuncia que desnudaba lo tardío del Estado en un mundo signado por la interconectividad. Sumado al sentido solidario de un profesional que se tomó un tiempo de su vida personal para pensar en otros y dar inicio a las gestiones que acercaron esa necesidad concreta, a las posibles soluciones. La voluntad de los legisladores del departamento y la articulación con la Junta de Gobierno, demuestra que “nadie se salva solo”.

Noticias relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *