Política
Para Milei, sería «un numerazo» si la inflación de diciembre es del 30%
El Presidente también aseguró que el DNU "está vigente pero hay políticos que quieren fraccionarlo para coimear" y evitó criticar el paro de la CGT pues "es parte de la lógica del sistema y la Constitución avala la huelga".
El presidente Javier Milei afirmó este domingo que si el índice de inflación de diciembre es 30% sería «un numerazo, un logro fenomenal y hay que sacarlo a pasear en andas a (el ministro de Economía, Luis) Caputo»; aseguró que el DNU «está vigente pero hay políticos que quieren fraccionarlo para coimear» y evitó criticar el paro de la CGT pues «es parte de la lógica del sistema y la Constitución avala la huelga».
«30% es un numerazo; es un espanto, claro, pero veníamos para un 45%; si lo metemos en 30 es un logro fenomenal, abatimos un tercio en un mes. Hay un desastre inflacionario, pero si es del 30 tienen que sacarlo a pasear en andas a Caputo», dijo Milei en una entrevista con Radio Mitre.
Al mismo tiempo afirmó que el decreto de necesidad y urgencia que desregula la economía «está vigente, va a ir para adelante, va a salir» en el Congreso, pero advirtió que «nosotros no negociamos nada, aunque sí aceptamos sugerencias para mejorarlo».
También volvió a denunciar que «muchos políticos quieren fraccionarlo porque quieren coimear con eso», aunque no dio nombres de legisladores.
«Sobre el DNU se quejan, lo atacan de inconstitucional cuando está dentro de la Constitución, y también hay otros idiotas útiles que hacen foco sobre las formas, cuando es parte de la dinámica», explicó el Presidente.
Milei aseveró en la entrevista que «nosotros anunciamos un ajuste, no pan y circo», y dijo que ese ajuste tiene una aprobación con «niveles nunca vistos, hay un fuerte consenso por parte de la población», el que situó «entre 70 y 80 puntos».
En ese sentido destacó «los políticos tienen que tomar conciencia que si no hacemos lo que tenemos que hacer van a estar hundiendo a la sociedad en una crisis enorme y causando un dolor abismal».
Y reiteró la necesidad de que «quede claro que son ellos los responsables, porque yo hice lo que tenia que hacer, mandé el programa de ajuste y ahora esperamos la respuesta de la política».
El mandatario dijo que quienes se quejan son «los que pierden beneficios, la casta, los que tienen más acceso a la queja, como los empresarios prebendarios, los políticos, los periodistas que vivían de la pauta».
Consultado sobre si aún con la aplicación de las ultimas medidas hay riesgo de caer en una hiperinflación, advirtió que «sí, porque aunque nosotros estamos haciendo un laburo fenomenal, y cuando el Congreso se pone a hacer estupideces te pasa la factura».
Y ejemplificó aludiendo a que «no acompañaron la licitación de bonos y eso trajo como consecuencia que el riesgo país suba y el dólar pegara un pequeño salto».
«Estamos haciendo un laburo descomunal para evitar que esto termine en una hiperinflación pero evidentemente los que están pendientes de los privilegios no quieren esto», enfatizó.
Acerca del paro dispuesto por la CGT para el 24 de enero contra la política de su Gobierno, dijo que «es parte de la lógica del sistema, la Constitución avala que hay un derecho a huelga».
Añadió que «es una cuestión entre los gremios y los trabajadores que representan, no tengo por qué meterme, pero lo que no pueden decirme es que no estoy haciendo lo que dije que iba a hacer».
Sobre el impacto de las medidas gubernamentales, sostuvo que «a lo largo de la historia argentina todos los ajustes recayeron en el sector privado; es la primera vez que el ajuste recae el 60% en el sector público».
«Había 8.500 personas que cobraban planes y estaban trabajando; 160 mil casos que cobraban planes y se iban de viaje al exterior; estamos haciendo los recortes profundos por todos lados; dos tercios del ajuste recaen en la político», aseveró, y destacó que «pudimos no haber hecho nada y seguir con la emisión monetaria».
«Esto es una devolución directa al sector privado», remarcó, y advirtió que «hay mucha mala intención» en las críticas, al considerar que «hay muchos liberales de copetín que son muy buenos para hablar en la tribuna pero no tienen las agallas para meterse en este barro».
Sobre su plan de gobierno, dijo que «hemos presentado un programa de estabilización duro» y destacó que el economista español Jesús Huerta de Soto, referente del «anarcocapitalismo» al que adhiere Milei, dijo que el triunfo del libertario argentino «es equivalente a la caída del Muro de Berlín».
Milei dijo que «no tengo miedo para nada» de que lo desestabilicen y sostuvo que «cada uno haga su juego: a nosotros nos votaron para que hagamos lo que estamos haciendo».
También desafió a que «vean a los políticos, busquen la terminal, vean si llevan un nivel de vida acorde» con sus ingresos.
Resaltó que su Gobierno está tomando medidas para «mitigar la situación» de los sectores menos pudientes: «Estamos haciendo cosas, estamos aumentando el gasto de las partidas sociales, es para dar contención a las personas que se vean afectadas negativamente durante el ajuste», enfatizó.
Además, el Presidente negó diferencias con el ministro del Interior, Guillermo Francos.
«Ayer viajé con Guillermo Francos (a Santa Cruz y la Antártida); empecé a dar mis primeros pasos en la política con Guillermo Francos. Los que están alentando esas internas es una estupidez», sostuvo.
Ejemplificó que «para hacer un equipo ofensivo, hay que tener delanteros y defensores, se tiene que generar un equilibrio; los que hacen este tipo de críticas tienen menos calle que Venecia».
Consultado sobre si Francos es el «capitán» del equipo, evitó darle esa categoría pero lo consideró «un gran jugador que tiene una misión difícil, tiene que lidiar con la política, cuando hay unos cuantos que somos bastante talibanes en las otras líneas».
Anunció que «voy a estar viajando a Davos» para participar del tradicional foro económico anual «y tenemos más de 60 pedidos de entrevista individuales, de reuniones bilaterales, evidentemente algo nuevo y distinto estamos haciendo».
Además, reveló que «mañana (por este lunes) me instalo» en la Quinta Presidencial del Olivos, donde pasará la mayor cantidad de su tiempo, pero aún no irán sus perros.
«Lo que pasa es no se pueden mudar mis hijitos (como llama a sus canes) porque los mastines son muy grandes. Milton (uno de los perros) mide dos metros (parado) en dos patas y pesan 100 kilos y la casa para donde estén no es una construcción muy fuerte», describió.
Los materiales que se necesitan para reforzar los caniles «son importados y estoy esperando que lleguen; no quiero ningún privilegio».
Finalmente dijo que «no voy a usar el helicóptero» presidencial y que «voy a trabajar en Olivos», aunque «voy a ir los martes y los jueves (a la Casa Rosada) para las reuniones de gabinete».