Política
Müller sostuvo que la actitud de los gremios “sólo contribuye a profundizar la brecha educativa”
El presidente del Consejo General de Educación, Martín Múller, instó a los gremios docentes a “cumplir con la presencialidad que se dispuso en aquellas zonas que la situación sanitaria lo permite”, y sostuvo que la actitud de los sindicatos “sólo contribuye a profundizar la brecha educativa”.
“Cuesta mucho entender que instar a cumplir con la normativa vigente, como lo hacemos todos los ciudadanos, sea entendido por los gremios como un acto de autoritarismo y de atropello”, lanzó Müller y recordó que “este gobierno promovió siempre del diálogo, pero ese diálogo tiene que ser de las dos partes por igual. No se está extorsionando, ni apretando a nadie, se insta a cumplir con la normativa vigente así como también cumplimos los acuerdos paritarios, mientras se aplica una política sanitaria acorde con la situación que vivimos”.
El director General de Escuelas resaltó que “nuestros niños, niñas y adolescentes necesitan de la presencialidad cuidada en las aulas para poder completar aspectos centrales de su educación”, y que en ese marco “la provincia lleva adelante una estrategia sanitaria que nos permita regresar con protocolos a las aulas”. “Ninguna decisión está tomada caprichosamente, lo que si es caprichoso es no respetar las normas vigentes como lo hacemos todos y todas”, enfatizó.
En esa línea, Müller sostuvo que las entidades gremiales “sólo contribuyen a profundizar la brecha educativa entre los chicos y chicas de la provincia”, y recordó que “cada vez que la estrategia sanitaria ameritó la suspensión de la presencialidad se hizo, de hecho en algunas localidades la presencialidad se interrumpió antes del Decreto nacional que disponía el confinamiento general”.
Por último, Müller puso de relieve que “la vuelta a la presencialidad implica la única herramienta para disminuir ciertas desigualdades que eran previas a la pandemia pero que se han reforzado en este último año y medio”, que “impactan de lleno sobre los estudiantes de los sectores más vulnerables”, y que “generan un daño muy difícil de reparar que va a marcar su futuro”.