Política

La canasta básica para un jubilado ya se acerca a los 38.000 pesos

Es un cálculo de la Defensoría para la Tercera Edad. Influyen las fuertes subas en alimentos y medicamentos.

Por la disparada de los precios de los alimentos, remedios y servicios de la vivienda, la canasta básica de los adultos mayores o jubilados o pensionados ya vale $ 37.815. En relación a fines de 2018, cuando ascendía a $ 23.772, la canasta aumentó en $ 14.043 –un 59,1%–, según los cálculos de la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires. Es un incremento por encima de la inflación, que se estima que sería del 37,5% en 9 meses, al 30 de septiembre pasado.

En ese período, las jubilaciones tuvieron una suba del 39%. Por ejemplo, el haber mínimo pasó de $ 9.309,10 en diciembre pasado a $ 12.937,22 en septiembre.

Los rubros que se consideran en la canasta son alimentos, productos de higiene y limpieza, medicación y artículos de farmacia, impuestos y servicios, transporte, vestimenta, gastos de vivienda y recreación. Alimentos, remedios y vivienda –los que más fueron golpeados por la inflación– absorben el 67% del gasto. Por ejemplo, entre enero y agosto, con una inflación promedio del 30%, los precios de los medicamentos aumentaron entre el 42,1% y 48,2%, según las distintas regiones del país.

Además, a diferencia de otros sectores, los jubilados y pensionados no recibieron ningún bono, plus o compensación por el salto inflacionario de agosto y septiembre. En consecuencia, en los próximos meses tendrán un deterioro mayor por cuanto en diciembre el aumento trimestral por movilidad será del 8,7% y la inflación esperada en esos tres meses podría rondar el 15%. Así, como pasó en 2016 y 2018, la “movilidad” jubilatoria se ubicará este año por debajo de la inflación.

El Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, le dijo a Clarín que «este valor de la canasta continúa denotando un desfasaje con los haberes de alrededor de 2.500.000 jubilados y pensionados que perciben una remuneración mínima de $ 12.937, quienes apenas alcanzan a cubrir un 30% de las necesidades básicas que deberían garantizar su vida digna. Sin olvidar que las Pensiones No Contributivas y la Pensión Universal para Adultos Mayores están en un rango del 70%/80% de la jubilación mínima, $ 9.055,99 y $ 10.349,78 respectivamente, que perciben aproximadamente 1.300.000 de personas».

«Resumiendo, vivenciamos que hay más de un 70% de mayores sin poder cubrir sus necesidades básicas. Inclusive, en aquellos casos en los cuales se perciben 2 haberes estarían sólo aproximándose a los valores de esta canasta», dijo Semino. Y agregó: «Seguimos reclamando que las jubilaciones y pensiones mínimas sean, por lo menos, acordes a la Canasta Básica del Jubilado. Asimismo, exigimos al Poder Ejecutivo Nacional un urgente reajuste de emergencia para jubilados, pensionados y discapacitados, de $ 6.000, integrado a sus haberes. Este reclamo, que ya hemos exigido desde esta Defensoría de la Tercera Edad el 6 de octubre del año pasado, ha sido desoído en su momento, y la situación se ha deteriorado aún más».

En relación a las fuentes para afrontar ese reajuste, Semino dice que «los recursos del Sistema están para afrontar la erogación. Proviene esta propuesta del flujo del Fondo de Sustentabilidad y Garantías (el que supera el billón de pesos) que en el acápite 4° de su reglamento establece que cuando exista una pérdida de ‘cuantía’ dicho fondo debe acudir en auxilio de ANSES para recuperar ese menoscabo. Nos ponemos a disposición del Ministro de Economía, o del funcionario que designe el Poder Ejecutivo, para debatir este pedido públicamente, ya que los jubilados no necesitan una dádiva, sino que se reconozcan efectiva y no discursivamente, sus derechos».

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