Política

Con La Rioja a la cabeza, las cuasimonedas ya son un hecho: qué implica y cómo lo leen los expertos

El Gobierno de La Rioja ya presentó su proyecto de cuasimoneda a la Legislatura provincial. Otros gobernadores podrían seguirlo. ¿Por qué y qué implica el inicio de esta tendencia?

La idea ya estaba en debate en el mercado y, finalmente, este martes, el Poder Ejecutivo de La Rioja envió a la Cámara de Diputados provincial el proyecto de ley que aprueba la emisión de la cuasimoneda, tal como lo había anticipado el gobernador, Ricardo Quintela, y es probable que, en breve, otras provincias sigan el mismo camino.

Ante esta noticia, algunos expertos en financiamiento público analizaron, en diálogo con Ámbito cómo sería el impacto económico de la medida y explican cómo funcionan estos instrumentos.

Tal como explica Rafael Flores, economista especializado en administración financiera del sector público, “las cuasimonedas son bonos que emite el Estado, que se suelen plantear como de aceptación obligatoria para proveedores, contratistas y empleados públicos” y se usan para cubrir las deudas que tenga la administración provincial con sus proveedores o para el pago de salarios.

“En la experiencia más cercana que tenemos, que es 2001-2002, las cuasimondas funcionaron para darle mayor liquidez a los gobiernos provinciales porque no había pesos”, recuerda Flores. Lo cierto es que la emisión de estos instrumentos implica generar deuda hacia adelante.

Cuasimonedas: una solución a un problema financiero

Entonces, ¿por qué las provincias están evaluando esta posibilidad? Sucede que lo que preocupa a las administraciones provinciales es cuáles van a ser las consecuencias del plan económico que está aplicando el Gobierno.

“Cuando el presidente Javier Milei plantea que va a haber que hacer un ajuste mayor, hay que analizar el efecto que esto tendrá en el erario público. Porque cae la actividad y, en consecuencia, se achica la recaudación también”, detalla Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política (CEPA).

Y, en el medio, el impacto en materia social y salarial es grave. Así, desde el CEPA apuntan que las provincias están evaluando que el impacto de las medidas actuales, que implican un fuerte recorte de los fondos de Coparticipación provinciales (cuya continuidad incluso está en debate) van a ser muy nocivas.

Ante ese panorama, se preparan con un refuerzo de las cuentas fiscales, ya que ven que no les van a cerrar para cumplir y contener con gastos esenciales, como los de salarios. De hecho, las autoridades de La Rioja habían señalado hace pocos días que no descartaban recurrir a la emisión de cuasimonedas frente a las dificultades financieras que atraviesa la provincia.

En ese sentido, la norma elevada a Legislativo riojano por Quintela busca generar un instrumento para pagar parte de los salarios de los empleados públicos. Se trata de un texto que cuenta con el apoyo de los intendentes de la provincia y que, de aprobarse, facultará a la administración a emitir en formato físico y digital bonos de cancelación de deudas por hasta $15.000 millones.

En esta oportunidad, se dispuso, por ejemplo, que los bonos se emitirán al portador y o nominal según su formato y sirven para cancelar deuda: en el caso de los salarios, se computarán por hasta un máximo de 30% de la remuneración liquida. Y, por otro lado, se establece que los tenedores de esta cuasimoneda podrán cancelar todo tipo de obligación tributaria y no tributaria para con el Estado Provincial con ella.

Claves del éxito de la emisión

Flores señala que, para su emisión “sólo se exige un acuerdo legislativo”, por eso, el proyecto de La Rioja se presentó para su tratamiento en el Congreso del proyecto de ley que fija las condiciones. “Sin embargo, es clave la aceptación que este instrumento tenga por parte de la sociedad”, explica.

Eso depende de la confianza que haya en el Gobierno y en el programa de instrumentación que se implemente. “Sucede que no es lo mismo que sea un porcentaje muy pequeño en relación a la cantidad de pesos en circulación. Cuanto mayor sea la proporción respecto de los pesos, menor valor van a tender estos instrumentos”, indica.

Y, por otro lado, algo que se sopesa, en general “la duración que tendrá el uso de este instrumento y el plazo de rescate que se plantee el Gobierno”, que están directamente relacionados con la confianza que tengan los acreedores en la economía en la que se instrumenten. Todos esos factores influyen en la paridad que esta cuasimoneda tendrá con el peso.

“Si se percibe que es una cuestión relacionada con problemas de solvencia y no a temas financieros, el valor será bajo y se puede ir deteriorando a lo largo del tiempo”, señala Flores. Así, recuerda que, en la experiencia de las cuasimonedas que se emitieron en 2001-2002, muchas provincias emitieron este tipo de instrumentos y menciona que había diferencias en el valor de uno y otro en relación a la situación financiera de cada gobierno.

Posibles efectos de la emisión de la cuasimonedas vs. un mal mayor

Un informe de la Fundación Mediterránea analizó recientemente el caso particular de La Rioja y advierten que “parece responder a un patrón de provincia extremadamente dependiente de las transferencias de coparticipación y discrecionales, sin holgura fiscal (comparada con el resto), con un perfil productivo de muy limitado sesgo exportador, fuerte dinamismo en la creación de empleo público y caída (en términos per-capita) del empleo privado, ocupando puestos de retaguardia en los rankings que miden el nivel de los salarios y la formación de los recursos humanos por provincia”.

Todavía no se sabe cuáles serán las consecuencias de esta novedad en la provincia, pero desde la consultora anticiparon que es de esperar que los agentes económicos busquen desprenderse antes de esos papeles que, de otras monedas, por lo que esperan que la velocidad de circulación aumente, potenciando el descuento impuesto por el mercado al valor de eso bonos.

En ese contexto, advirtieron que la población local sufrirá un golpe inflacionario adicional al impuesto por la propia dinámica devaluatoria del peso y que las empresas instaladas en la provincia verán encarecerse los impuestos nacionales en términos de la cuasimoneda porque para pagar (los impuestos nacionales) deberán cambiar bonos locales por debajo de la par.

Para La Rioja es una decisión necesaria y prepara una demanda al Gobierno

Sin embargo, Letcher señala que “nadie va a plantearse emitir bonos si no sopesa cuál sería el resultado de no hacerlo”. Es decir, que se elige el mal menor, ya que señala que “siempre es mejor no emitir deuda a futuro”.

Quintela fundamentó la necesidad de esta medida en «el abandono de Nación”, que implica el recorte de fondos para las provincias como consecuencia de los recortes a la obra pública y el proyecto de modificar el manejo de los fondos de Coparticipación, y la urgencia de contar con instrumentos financieros para afrontar la crítica situación económica mientras se normaliza la situación financiera.

Y es que Quintela presentará una demanda en la Corte Suprema contra Nación por $9.300 millones del Presupuesto 2023 adeudados por el gobierno nacional a La Rioja en compensación por el punto de coparticipación que perdió el distrito cuando se gestó en la década de 1980 ese sistema de reparto.

Noticias relacionadas