Inflación de alimentos fue de 2,3%: “Hay gente que compra carne una sola vez por semana”
La inflación de alimentos registró un incremento del 2,3% en octubre, según informó el INDEC, en línea con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) general del mes. Con este resultado, el rubro acumula un 28,6% de aumento interanual, lo que continúa impactando de lleno en el bolsillo de las familias.
En este marco, Elonce dialogó con Antonio Alem, almacenero de Paraná, quien describió la situación cotidiana en su comercio y el comportamiento de los consumidores frente a la suba de precios. “Algunos precios bajaron, pero el problema es la carne: sube y sube. Hoy llegó con aumento otra vez y ya está cerca de los 10.000 pesos de costo. Ese es el gran tema”, afirmó.
La carne, el producto más golpeado
Alem explicó que el precio del kilo aumentó de manera acelerada en las últimas semanas. “En el último mes pasó de 7.000 a 7.500 y después a 8.500 pesos de costo. Y para cubrir desperdicios y gastos —que son muchísimos, sobre todo la luz— hay que venderla al doble”, detalló.
La situación se refleja directamente en el consumo diario. “La gente compra lo que puede. Muchos llevan medio kilo. Algunos todavía pueden darse un gusto y comprar un asado, pero son los menos”, sostuvo.
Según señaló, las ventas ya no tienen el ritmo de otros años: “El año pasado se vendía un poco más. Hoy las ventas caen de a poco, cada vez menos, menos y menos. No sé en qué va a terminar, pero tengo esperanza de que con los cambios algo mejore”.
Cambios en los hábitos y pérdida de acceso
El comerciante también advirtió que incluso los cortes más económicos dejaron de ser accesibles para buena parte de los clientes. “Hay cortes más baratos, pero la gente que compraba esos ya ni siquiera puede pagarlos. No es que no quieren: no pueden. Y los que antes compraban pulpa o asado dos veces por semana, ahora lo hacen una sola vez”, explicó.
Relató que muchos consumidores directamente restringieron al mínimo el consumo de carne: “Hay personas que sólo pueden comprar un kilo de carne por semana. Me lo dicen cuando les pregunto por qué no vienen. Un jubilado que cobra la mínima no tiene forma de pagar un kilo que no baja de 10.000 o 12.000 pesos”.
Más tarjeta, menos efectivo
Otro cambio evidente se observa en las formas de pago. “Se vende de a poco y cada venta se demora mucho. Casi todo se paga con tarjeta de crédito—muy poco en efectivo—ya sea en un pago o en cuotas”, describió Alem.
Una vida en el rubro
El almacenero contó que trabaja en el sector desde los años 80 y que, desde hace un año, su hija continúa con la despensa familiar. “He pasado buenas y malas, pero una situación como esta jamás”, reflexionó.
A la vez, destacó el acompañamiento de sus clientes históricos: “Estuve muchos años acá y tengo clientes de toda la vida. Cuando se enteraron de que estábamos de vuelta, casi toda la clientela regresó”.
“El país necesita trabajo”
En un mensaje dirigido a las nuevas generaciones, Alem fue contundente: “La gente tiene que trabajar. No estoy en contra de ayudar a quien lo necesita, pero hay muchísimo por hacer: escuelas por pintar, hospitales por arreglar. Hay que educar y pagar lo que corresponde para que cada uno gane lo que consume. Esa es la única forma de que el país funcione”.
Fuente: Elonce.com